miércoles, 14 de febrero de 2024

DIEZ MUJERES, LA PRIMERA NOVELA DEL AÑO 2024 COMPARTIDA EN EL CLUB DE LECTURA


 

Nos ha sorprendido gratamente, en el club de lectura de la biblioteca, descubrir a la escritora Marcela Serrano ( Santiago de Chile 1951- ). Hija de la novelista Elisa Pérez Walker (Serrano en su apellido de seudónimo) y del ensayista Horacio Serrano. Es la cuarta de cinco hermanas. Dedicada a las artes gráficas comienza la carrera de escritora a una edad tardía. A los cuarenta años publica la novela Nosotras que nos queremos tanto, con un éxito inmediato,  obtiene el Premio Sor Juana Inés de la Cruz galardón concedido a la mejor novela hispanoamericana escrita por mujeres. Desde entonces su carrera literaria no ha parado de cosechar éxitos. En nuestro país quedó finalista del Premio Planeta en el año 2001 con la obra Lo que está en mi corazón.

La prosa de Marcela Serrano es simple y clara, de fácil lectura y en el tema central siempre existe la condición femenina y sus problemáticas. La mayoría de sus novelas están protagonizadas por mujeres aunque en 2016 escribió La novena , su primer libro protagonizado por un hombre, aunque los personajes femeninos son muy relevantes. En este caso, el libro trata de la durísima represión de la dictadura de Pinochet y, que ella y la gente de su generación sufrieron cuando eran jóvenes.

La novela de Diez mujeres nos ha atrapado desde las primeras páginas. Copio la sinopsis de la contraportada que resume muy bien la trama del libro.

Nueve mujeres, muy distintas entre sí y que nunca se han visto antes, comparten sus historias. Natasha, su terapeuta, ha decidido reunirlas con la convicción de que las heridas comienzan a curarse cuando se rompen las cadenas del silencio.
No importa el origen ni el nivel social, la edad o la profesión: todas cargan sobre sus hombros el peso del miedo, la soledad, el deseo, las inseguridades. A veces con un pasado que no pueden dejar atrás; otros con un presente que no se asemeja a lo que han deseado o un futuro que las asusta. Madres, hijas, esposas, viudas, amantes: guiadas por Natasha, las protagonistas aceptan el reto de entender y reinventar sus vidas.


El espacio y el tiempo de la novela es apenas unas horas, el tiempo suficiente para que cada protagonista cuente su vida y pensamientos a modo de monólogo en el marco de la segunda mitad del siglo XX en Chile, en un lugar apartado de la gran ciudad.

Los personajes son: Francisca marcada por las actitudes de su madre siempre llegaba a la misma conclusión: " Mi mamá es un monstruo "

Mané, la mayor de las protagonistas nos muestra que a sus setenta y cinco años y tras haber tocado la gloria añora la pérdida de sus seres queridos. Para ella la principal característica de la vejez es la tan consabida soledad.

Juana, madre soltera con una pesada carga a sus espaldas donde la enfermedad ha tocado de lleno a su familia . Piensa que debería de haber una receta de como se recobra la alegría a pesar de las penas. A pesar de todo consigue ver el vaso medio lleno cuando está casi vacío.

Simona que se revela ante la idea de como las mujeres lo ceden todo para tener un hombre al lado y se desangran para no estar solas. Esta reflexión le hace tomar una de las decisiones más importantes de su vida.

Layla: periodista de origen árabe que vio truncada su vida por un viaje a Palestina y su refugio en el alcohol. Ella nos lleva a la situación de su país, tema que está de plena actualidad, y hace una reflexión muy interesante que dice así:

" Empecé a entender la memoria como una enfermedad, mi pueblo está enferma de ella, Palestina. Recordarlo todo es equivalente a tomar un cuchillo cada mañana y rebanarse distintas partes del cuerpo con su filo. Debemos organizar el olvido. Si los dolores personales tienen sus propios derechos y sus propias exigencias, ! Cómo no los dolores históricos!. Y a pesar de entenderlo todo, creo que el olvido puede ser una bendición "

Luisa: una joven esposa que un día siente la ausencia de su marido, apresado por la dictadura chilena. vive en una mentira constante para proteger a sus hijos. Por esta razón nos confiesa que lo que mata es el silencio y se aferraba a la esperanza de que Carlos, su marido, vuelva algún día. Ahora cuando el tiempo ha pasado y sus hijos han sabido toda la verdad comienzan a cicatrizar sus heridas.

Gudalupe: una joven de diecinueve años con una vida compleja y a veces confusa nos cuenta la experiencia de una chica con una identidad sexual diferente.

Andrea: famosa periodista de los medios de comunicación que se ve abrumada por la fama y decide poner la arena del desierto de Atacama en su camino.

Ana Rosa: nacida en una familia donde todo lo que sucedía se podía solucionar rezando un rosario al día y respetando a los mayores en especial a su abuelo. Le enseñaron tanto en respetar al prójimo que confió más en lo admitido que en sus reflejos. Vive con el peso de lo que su madre le ha hecho creer: en ser una mujer absolutamente insustancial.

La décima mujer es Natasha, la terapeuta que ha reunido a estas nueve mujeres, a modo de despedida, para que se conozcan entre sí. A través de la asistente personal de ésta conoceremos también su historia.

Para el club de lectura nos ha parecido una novela que sorprende sobre todo por la intimidad con la que cada una de las protagonistas narra su historia. Tiene una lectura fácil que atrapa al lector y permite entablar un diálogo muy amplio para hablar de temas como: la maternidad, la pérdida, el duelo, la identidad sexual, el alcoholismo, la vejez, la memoria histórica, los abusos sexuales en el ámbito familiar, las violaciones, el peso de la fama, la independencia de la mujer, el matrimonio o los trastornos psicológicos.

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