jueves, 28 de mayo de 2015

¿POR QUÉ LEER EL QUIJOTE?


Se cumplen 400 años de la publicación de la segunda parte de esta obra cumbre de la literatura española. Para celebrar este centenario la Biblioteca y el Club de Lectura comienzan el estudio de la obra, con la lectura mediante audiolibro (similar a como se hacía en 1615, leída en voz alta). La simbólica fecha del 23 de abril fue protagonista para celebrar una charla-coloquio sobre las aventuras del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha  y el 13 de junio terminaremos nuestro estudio con una ruta literaria por la Mancha, recreando algunos lugares que don Quijote y Sancho recorren a lo largo de los capítulos XVIII y XXIII de la segunda parte.

Jesús Merino, miembro del club de lectura de la Biblioteca nos acerca, en este interesante artículo, a su autor Miguel de Cervantes  y a los motivos que hacen que esta novela sea una de las obras que no debemos dejar de leer.



¿Por qué leer el Quijote?

 Una pregunta de aparente fácil respuesta: “porque es el mejor libro que se puede leer”.

Al instante se alzarán manos para recordarnos…..”Cien años de soledad”, “Guerra y paz”, “Madame Bovary”, “Ulises”,……..y podremos replicar: ¿Cuántas de esas obras existirían tal como hoy las leemos si no se hubiera escrito antes el Quijote?

La novela de Cervantes es una obra inagotable, parece renacer una y otra vez después de su lectura, decía en una entrevista con motivo de la entrega del premio Cervantes el escritor Juan Goitisolo que “cada vez que la he leído me ha parecido leer una obra diferente”.

Supone el inicio de la novela realista y aporta los elementos literarios de los que se servirán todos los autores posteriores.
Pero , ¿Qué hace que esta novela que trata de un loco andariego sea la obra fundamental de la literatura occidental?
¿Que razones nos permiten señalarla como la mejor obra entre todas las demás?

Primera razón (de la sinrazón).

En primer lugar esta escrita por un autor cuya vida es en si misma una novela.

Cervantes nació en 1547 en Alcalá de Henares, era el cuarto de siete hermanos  hijos de un cirujano.
En 1568, con 21 años, parece que entró como alumno del erasmista López de Hoyos en un  colegio de Madrid.
Es posible que tomara parte en un episodio con heridos, quizás un duelo, en 1569, lo que le obligaría a marcha a Italia huyendo de la justicia, allí sirvió al cardenal Acquaviva.
En 1570 ingresa en el ejército, participa en la batalla de Lepanto donde es herido y pierde la movilidad de la mano izquierda.

En su viaje de vuelta a España es apresado y llevado a Argel de donde será rescatado en 1580.Ese mismo año se casa con Catalina de Palacios e intenta conseguir un puesto en la corte merced a su pasado militar pero sólo logra algún encargo como recaudador y comisario de abastos. Precisamente por estos trabajos fue encarcelado dos veces, la primera en Castro del rio y la segunda en Sevilla.

Muere Cervantes en 1616 meses después de haber publicado la segunda parte del Quijote.

Cervantes quiso ser un autor dramático de éxito, pero se encontró con el Fénix de los ingenios, Lope de Vega, con el que, lógicamente, no podía compararse ningún autor de la época. Quiso ser poeta, pero el mismo reconoció que sus cualidades no eran las mejores.

 La prosa le brindó la posibilidad de desplegar su ingenio y con el Quijote culminó un siglo y más concretamente un periodo de siete años (1589-1605) donde se pusieron las bases de la narrativa.

Segunda razón (de la sinrazón).

El Quijote supone el comienzo de la novela realista. Quizás comenzó a escribirlo alrededor de 1602, lo que si se sabe es que el 26 de Septiembre de 1604 le dan a Cervantes la licencia real para publicar la primera parte, tenía 57 años, una edad que en el siglo XVII era la de una persona casi anciana.
Desde la perspectiva actual, el público al que se dirigía era bastante reducido, parece que, a lo sumo, sólo un 20% de la población sabía leer, la lectura se realizaba en voz alta para un auditorio analfabeto.

La aparición del Quijote en 1605 no puede considerarse un hecho aislado, sino el final de un siglo que renovará la narrativa y que culmina un periodo de siete años  (1589-1605) donde se inicia la narrativa española y en gran medida occidental.

Anteriormente a 1598 se habían publicado, La Celestina, (teatro pero que se puede considerar en gran medida narrativa), La Diana de Montemayor, Amadís de Gaula publicada por Rodrigo de Montalvo y el Lazarillo de Tormes. Pero en esos siete años con la aparición de la primera y segunda parte del Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán, el Buscón de Quevedo y la primera parte del Quijote, se alcanza el grado más alto de la nueva ficción narrativa y se puede establecer el verdadero comienzo de la novela realista.
Por novela realista se puede entender la que se desarrolla con personajes y circunstancias del mundo real y no ficticios, como sucedía hasta entonces en los romances bucólicos y de caballería.

Tercera razón (de la sinrazón).

Un origen incierto. “Es difícil encontrar una idea para una historia que se salga más de lo corriente, sea más sencilla y esté más llena de potencial”, señala A.C. Riley. Un hidalgo viejo se vuelve loco de tanto leer romances de caballería, se los cree reales y se convierte en caballero andante.
Mucho se ha debatido sobre el origen de la inspiración de Cervantes para crear al personaje de D. Quijote, se ha pensado en personajes de la época de nombres parecidos y comportamiento extravagante, así un pariente de su mujer Catalina llamado Alonso de Quijada, o un conquistador excéntrico buscador de el Dorado llamado Gonzalo Jiménez de Quesada.

 Se han buscado antecedentes literarios como el personaje de Gorroni que confundió un  molino del rio Po con un gigante, o el de Alonso de Fuentes que enloqueció de tanto leer historias fantásticas.

Más factible es la tesis defendida por Menéndez Pidal sobre el Entremés de los romances, obra anónima que guarda un gran parecido argumental con el Quijote, aunque no está claro el asunto de la fecha de publicación y no se puede establecer rigurosamente que obra fue primera. Lo prudente es no otorgar demasiada importancia a ninguno de estos precedentes que por otra parte tienden a infravalorar la originalidad imaginativa de Cervantes.
Dice Cervantes en el prólogo de la primera parte refiriéndose a la novela “como quien se engendró en una cárcel”, lo que parece más indicar que se imaginó allí, pero no que se escribiera en su cautiverio.

Vendió los derechos a Francisco Robles (librero de la corte) que lo mandó imprimir a Juan de la Cuesta. La edición no corresponde al texto exacto de que Cervantes escribió ya que sobre su manuscrito trabajaron los cajistas sometidos a la prisa y no fueron precisamente cuidadosos. La obra fue un éxito nada más publicarse y las figuras de D. Quijote y Sancho calaron en la imaginación popular utilizándose para carnavales y festejos.

El prólogo a la primera parte es, en principio, una crítica irónica y muy sutil al mundo literario de la época y apunta claramente el objeto de la novela que no es otro que desacreditar las novelas de caballería, con el recurso de una ficticia conversación con un amigo deja Cervantes clara su intención.

Cuarta razón ( de la sinrazón)

Los personajes; sin duda los elementos fundamentales y lo que le hace ser la gran obra que es son sus protagonistas. Caer en generalizaciones acerca del carácter de D. Quijote es inevitable y sin embargo el personaje evoluciona notablemente a lo largo de la novela, dice Riley “es un error creer que el Quijote de los primeros capítulos es el definitivo, como si la actitud y el comportamiento del hombre que entra en Barcelona no fueran distintos de los del hombre que desafía a los molinos de viento”. No obstante no sería simplificar demasiado afirmar que D. Quijote es el elemento central de la novela y que su locura es el rasgo característico del personaje.

Los protagonistas literarios anteriores, la Celestina o el Lazarillos, incluso el Buscón no evolucionan sino que su sentido de la realidad se hace más profundo a través de la experiencia. Pero D. Quijote y en menor medida Sancho son locos idealistas y aquí es necesario relacionar la obra de Cervantes con la de Erasmo de Rotterdan, como ya hizo Américo Castro, en concreto con el “elogio de la locura”, este libro fue el más famoso de la época de los que trataban de estudiar la locura, la necedad, la sabiduría y el sentido común. Quizás Cervantes no leyó esta obra, prohibida en España mucho tiempo, pero las ideas dejaron huella en la vida intelectual y literaria de la corte de Carlos V. Por ejemplo el concepto de tonto sabio se encuentra fácilmente aunque más en relación con Sancho que con D. Quijote.

Quinta razón (de la sinrazón).

Los recursos literarios. Dice Borges hablando del Quijote que es “el único libro genial escrito por un autor francamente mediocre”. Cervantes en realidad no crea nada nuevo en el sentido literario, todos los recursos que utiliza ya se habían empleado anteriormente, lo que hace es compaginarlos, dotarlos de otro sentido y aplicarlos de manera diferente, asi utiliza varios narradores:
-          El narrador omnisciente (el primero que nos narra y describe las aventuras y los personajes).

-          El narrador árabe (Cide Amete Berenjeli), una especie de biógrafo cuya importancia mayor está en la presentación de muchos capítulos.

-          El mismo Cervantes que encuentra los manuscritos.
-          El traductor que da también su visión de la historia.
-          Incluso se puede hablar apoyándonos en las teorías de la intertextualidad y el metalenguaje de un quinto narrador que englobaría al resto.
-          Más aún, los autores de las poesías de los prólogos y epílogos, además del amigo con quien conversa o los autores de Argamasilla de Alba.

También introduce la obra dentro de la obra, la segunda parte no se puede entender sin la primera, de esta manera nos encontramos con que en la continuación los personajes secundarios ya conocen a los héroes y esto condiciona su comportamiento hacia ellos.

Cervantes da un  paso más y también introduce la novela apócrifa de Avellaneda , esto supone una multiplicidad de de los personajes, así tendríamos tres Quijote, tres Sanchos y tres Dulcineas, los reales, los que se conocen por la publicación de la primera parte y los espúreos de Avellaneda.

Cervantes también juega con la realidad y la fantasía, sin entrar en detalles el concepto de realidad en el Quijote de 1605 cambia respecto al de 1615, mientras en la primera parte D. Quijote casi siempre adapta la realidad a su locura, en la segunda son los personajes los que adaptan esa realidad para engañar y reírse de D. Quijote.

Sinrazón (de la razón).

Hay tantos Quijotes como lectores y cada lectura nueva es una recreación de si misma, nos atrapa el Quijote porque en el fondo los monólogos/diálogos de caballero y escudero son los mismos que nos acompañan a todos los seres humanos a lo largo de la vida, todos los sentimientos, amor, odio, venganza, alegría, fracaso, triunfo…..están en las aventuras y reflexiones de amo y criado, por eso han querido apropiarse de su figura desde todas las filosofías, corrientes políticas e ideologías, sin que ninguna pudiera lograrlo.


El Quijote no puede ser resumido, adaptado, manipulado o sometido a nuestros intereses, es como es en su magnífica simplicidad, no acepta otro tratamiento que el de su lectura, a cambio nos da la mejor novela que podamos leer, vivir y descubrir.

Jesús Merino Benito

No hay comentarios:

Publicar un comentario