viernes, 15 de diciembre de 2023

CELEBRAMOS EL DÍA DE LA LECTURA EN ANDALUCIA CON UNA EXPOSICIÓN HISTORIA VIVA DE LAS MUJERES

 


Con motivo de la conmemoración del Día de la Lectura en Andalucía, el día 16 de diciembre, la librera y escritora Belén Rubiano es la autora encargada de invitar a la lectura con la alocución ciudadana titulada ‘Quien lee lo sabe’, alocución que será leída a lo largo de la semana próxima en nuestras biblioteca.


La exposición Historia viva de las Mujeres  muestra una representación de mujeres feministas que han luchado con valentía y tesón por tener los derechos de los que hoy disfrutamos dejando un legado literario inigualable. 













De Burgos nació en Rodalquilar (Almería), en el año 1867. Se casó a los 16 años con el periodista Arturo Álvarez Bustos, del que se separaría muy pronto, tras la muerte de su segundo hijo, para trasladarse a Madrid. 

Opositó para maestra pero su verdadera fama llegó en 1903, al convertirse en la primera mujer en formar parte de una redacción, en el Diario Universal, fundado por Augusto Suárez Figueroa, quien la apodaría Colombine. Será también la primera mujer que tendrá asignada una columna semanal en la prensa española, titulada Lecturas para la mujer. Pero no sólo será pionera por ello, sino que además, tras un polémico estudio sobre el divorcio en España y el fracaso de una columna en El Heraldo para pedir el voto femenino, se marchará a la Guerra de Melilla (1909), y se convertirá también en la primera corresponsal bélica.

Carmen de Burgos, alias Colombine . Se codeó con la intelectualidad del momento, como Pardo Bazán, Unamuno, Azorín, Blasco Ibáñez, Giner de los Ríos o Gregorio Marañón. Fue una escritora fructífera y una periodista incansable. Colaboró en medios como El Globo, ABC, La Correspondencia de España, El País o Nuevo Mundo, entre otros, y entre sus obras destacan: El divorcio en España (1904), La mujer moderna y sus derechos (1927) o Quiero vivir mi vida (1931). Tuvo una relación sentimental con Ramón Gómez de la Serna, al que conoció en la tertulia literaria que hacía en su vivienda de San Bernardo. Estuvieron juntos más de 20 años, aunque no llegaron a casarse. Carmen era 20 años mayor que Ramón, quien finalmente acabaría prendado de la hija de la propia Carmen.

Con el advenimiento de la II República, Carmen abraza sus viejos ideales: la igualdad de derechos entre hombre y mujer, el voto femenino, el divorcio... y se afilia al Partido Republicano Radical Socialista. A pesar de sus problemas de salud –Carmen padecía del corazón–, siguió escribiendo y en plena actividad política. Es en este momento cuando publica su novela corta Puñal de claveles (1931), obra que serviría de inspiración a Lorca para Bodas de Sangre. Carmen de Burgos fue una mujer adelantada a su tiempo en todos los aspectos. Durante el franquismo  fue incluida entre los autores prohibidos. 

El 9 de octubre de 1932 muere en Madrid y el mundo literario y periodístico pierde a una de sus figuras más destacadas de la época.

Con esta biografía gráfica Carmen de Burgos " Colombine " : una figura clave en la emancipación de la mujer de los autores Mª del Carmen Amate Martínez y J.M. Beltrán completamos todos los aspectos de la vida de nuestra protagonista.


Otra de las obras disponibles en nuestro fondo bibliográfico es :


Publicada en 1909, la primera novela larga de Carmen de Burgos transcurre en Rodalquilar (Almería), el pueblo natal de la autora, donde la vida transcurre en paz al margen del mundo moderno. Sin embargo, todo se verá alterado tras el naufragio del vapor Valencia, cuyo cargamento de naranjas quedará esparcido en la playa ante la mirada de todo el pueblo. La autora rememora este hecho histórico para describir con acierto el ambiente rural de la época, donde aún perviven las costumbres ancestrales y las fuertes contradicciones sociales, pero elevando la realidad a un plano mítico, para tejer una parábola intemporal sobre el amor y la justicia. El prodigio de su estilo, que alterna magistralmente el tono lírico y el estilo periodístico, convierte a esta novela en una auténtica joya literaria.




Nacida el 9 de enero de 1908, su familia pertenecía a la clase pudiente parisina aunque su situación económica era mala debido a las malas inversiones de su padre. A pesar de estas dificultades, Simone y su hermana recibieron una educación elitista y católica, doctrina que una joven De Beauvoir de 15 años rechazó con convencimiento.

Pronto consiguió emanciparse y empezó estudios de filosofía y letras en la Universidad de París, la Sorbona. Desde su etapa de estudiante de instituto, Simone de Beauvoir destacó por su brillantez, una línea que mantuvo durante sus estudios superiores y que le permitió convertirse en profesora.

Su primer destino como docente fue Marsella pero, a pesar de que suponía su realización profesional, había un inconveniente. En La Sorbona había conocido a Jean Paul Sartre, con quien había establecido una relación amorosa, y el traslado suponía un duro alejamiento físico. Sin embargo, los principios de libertad y tolerancia sobre los que cimentaron su relación permitieron que ésta durase hasta la muerte de Sartre en 1980.

Su recorrido como profesora la condujo de nuevo a París, donde siguió trabajando hasta la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). 

La siguiente etapa vital de Simone de Beauvoir estuvo marcada por su éxito como escritora y por la militancia política motivada por la deriva de la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias. 

Beauvoir, no podía entender la literatura sin compromiso políticoDurante su activismo político, se posicionó en contra del dominio colonial francés en Argelia, de la guerra de Vietnam y participó de manera activa en las protestas del Mayo del 68.

En sus ensayos posteriores se puede identificar otro tema central y que de nuevo lleva implícito una fuerte relación con la filosofía existencialista como fue el acercamiento a la muerte mediante profundos análisis (e incluso apologías) de la vejez.

Además de tratar temas tan polémicos para el momento como la eutanasia, Simone de Beauvoir siguió luchando de manera activa a favor del feminismo. En 1971 apareció como firmante de El Manifiesto de las 343, un documento con el que se pretendía reclamar el derecho al aborto.

Durante los últimos años de su vida siguió escribiendo instalada en su casa de la calle Victor-Schœlcher, en París. Falleció el 14 de abril de 1986 a los 78 años y sus restos fueron enterrados en el cementerio de Montparnasse.

Dentro de la la colección de la Editorial Alba ( Pequeña & Grande ) podemos disfrutar de una biografía de la autora adaptada a los más pequeños.


También figuran en nuestro catálogo las obras más representativas de su carrera literaria.








Clara Campoamor consiguió que la Constitución de 1931 incluyera los mismos derechos electorales para los hombres y las mujeres, sin distinción y sin matices.

Hija de una costurera y de un contable, nació en Madrid en 1888. Su niñez se vio truncada por la muerte prematura de su padre, lo que la obligó a abandonar sus estudios y a comenzar a trabajar para ayudar en el sustento de su familia.

Sin embargo, Campoamor no cejó en la búsqueda de una carrera profesional independiente. Obtiene una plaza en el cuerpo de auxiliares de telégrafos en 1909, lo que la llevó a vivir en Zaragoza y San Sebastián, desde donde regresó a Madrid en 1914 para enseñar taquigrafía y mecanografía en la Escuela de Adultas.

Durante este tiempo desarrolló un especial interés por la situación de inferioridad jurídica de la mujer en un contexto social y político dominado por los hombres. Para luchar contra estas injusticias, decidió dar un paso más y retomar los estudios. A la edad de 32 y en solo cuatro años, entre 1920 y 1924 aprobó el bachiller y se licenció en Derecho, convirtiéndose en la segunda mujer en incorporarse al Colegio de Abogados de Madrid, tras Victoria Kent.

Con el advenimiento de la II República, en abril de 1931 vio la oportunidad de participar en primera persona en la construcción del nuevo régimen.

Fue el líder del Partido Radical, Alejandro Lerroux, quien le ofreció un puesto en la candidatura para las elecciones del 28 de junio de 1931 a Cortes Constituyentes. Unos comicios en los que las mujeres pudieron optar al escaño, pero no votar. Dos, Clara Campoamor, por el Partido Radical, y Victoria Kent, por el Partido Radical Socialista, obtuvieron representación en aquella Cámara a la que se le había encomendado diseñar el marco jurídico-político para España.

Campoamor fue también una mujer pionera en sus trabajos parlamentarios: Fue designada como una de los 21 diputados que formaron parte de la Comisión redactora de la Constitución, donde defendió con tesón, no solo el sufragio activo y pasivo de las mujeres, sino la plena igualdad jurídica entre ambos sexos y la regulación del divorcio o de la situación jurídica de los hijos ilegítimos… Y fue pionera también porque fue la primera mujer sufragista en todo el mundo que defendió desde la tribuna de un parlamento el derecho al voto de las mujeres.

Aunque el proyecto de Constitución incluía el derecho al voto de todas las mujeres mayores de 23 años, la tramitación parlamentaria no fue fácil. El momento crucial se produjo en el debate parlamentario del 1 de octubre de 1931 donde tuvo un enfrentamiento dialéctico con la otra mujer presente en el parlamento. Victoria Kent era defensora del derecho al voto, pero como otros diputados, veía la necesidad de postergarlo. Frente a ella, Campoamor mantuvo la necesidad de reconocer el derecho al voto sin restricciones y rebatió los argumentos que desde izquierda y derecha se oponían.

Finalmente, la Constitución de 1931 reconoció el derecho al voto de las mujeres. Pero la defensa del voto femenino tuvo para Campoamor un coste personal y político. En las elecciones de 1933, las elecciones en las que las mujeres estrenaron su derecho al voto, la candidatura de Campoamor no obtuvo el respaldo suficiente y no consiguió escaño. Pero no abandonó la política, el Gobierno de Lerroux la nombró directora general de Beneficencia, cargo que abandonó al poco tiempo.

Con el estallido de la Guerra Civil se exilió en Ginebra, donde escribió La revolución española vista por una republicana. Su exilio se prolongó en Buenos Aires y en Lausana, donde falleció en 1972 sin haber podido regresar a España. Sus restos descansan en San Sebastián.

Estas son las obras disponibles para su consulta en la biblioteca.



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