Entre dos géneros literarios, novela intriga-suspense y la novela histórica, ha transcurrido esta obra leída en este mes que gozó de muy buena acogida durante todo el año 2013 por ser uno de los diez libros más leídos en formato electrónico. Dejándonos llevar por estas estadísticas elegimos esta novela que tiene más de thriller que de novela histórica.
La historia gira en torno a un manuscrito que el famoso médico Ibn Sina (Avicena ) redacta en el año 999 cuando el emir Nuh II le permite entrar a la Biblioteca Real como favor por haberle curado de una grave enfermedad. Será allí cuando se jactará de todo el saber de los fondos bibliotecarios y compila en un documento que entrega a su ayudante, El-Massihi, para su custodia advirtiéndole que nunca debería llevarlo encima y no desvelar a nadie donde se encuentra.
En Madrid en el año 2011, el doctor Simón Salvatierra emprende un viaje en coche hasta San Petersburgo, donde trabaja su esposa Silvia Acosta , desde hace un año, en un proyecto científico que él desconoce pero que está relacionado con el manuscrito. Durante el trayecto es asaltado y ayudado por Javier Dávila, un joven que haciendo autostop pretende llegar a San Petersburgo. Ambos emprenden el viaje juntos.
En otro escenario distinto, Londres , Alexandra Anderson pide la ayuda de Scotland Yard tras sufrir un asalto en su domicilio. Lo que en un principio parece un acto vandálico sin más, el inspector Jeff Tyler decide ponerse en contacto con ella para explicarle que su caso puede ser más complejo de lo que parece y puede estar relacionado con su padre un científico compañero de la mujer del doctor Salvatierra.
En toda esta amalgama de personajes aparecerá también el servicio de inteligencia español (CNI ) y el británico ( M16 ) todos en la búsqueda del preciado manuscrito.
Ha sido una lectura amena que nos ha llevado a recorrer ciudades como San Petersburgo y el museo ruso Hermitage. En España viajaremos hasta el Monasterio de Silos y el misterioso pueblo de Valdeande donde el recorrido por su iglesia y museo nos ha recordado a la novela de Matilde Asensi El último Catón. También seremos testigos de algunos hechos históricos como la desamortización de Mendizábal y el riesgo que supuso ésta para el patrimonio bibliográfico de los monasterios.
Las expectativas que teníamos en esta novela no se han visto cumplidas quizás porque esperábamos más encontrarnos con una novela histórica que un thriller fantástico . Pensamos que ya que ha elegido a este gran galeno para el título de la novela podía haber centrado más la historia en él.
A largo de nuestra reunión sí que hemos hecho un recorrido por la vida de este gran científico Ibn Sina , latinizado como Avicena que nació en 980 muy cerca de Bujrá, hoy Uzbekistán y que falleció en Hamadán ( Irán ) donde todavía se le venera. A muy temprana edad, cuando apenas tenía diez años reflejó sus grandes dotes memorizando el Corán. En la adolescencia se enamora de la filosofía y con diecisiete años comienza a dirigir a médicos famosos. Con dieciocho años es nombrado médico de la corte del sultán de Bujará que le abrirá las puertas de su gran biblioteca donde amplia conocimientos de matemáticas, música, astronomía. Se pasó la vida estudiando y huyendo de los emires y príncipes que querían esclavizar su ciencia.
Escribió más de trescientos libros predominantemente de medicina y filosofía. Destaca El canon de medicina obra que consta de cinco volúmenes que recoge todo el saber de su tiempo.
Puede ser considerado el inventor de la traqueotomía, cuyo manual operatorio sería precisado por el célebre cirujano andalusí Abulcasis de Córdoba. Destacó en los ámbitos de la oftalmología, de la gineco-obstetricia y de la psicología. Se detiene mucho en las características de los síntomas, describiendo todas las enfermedades catalogadas de la época, incluso aquellas que atañen a la psiquiatría con el libro de la curación y el libro de la liberación. Como médico y filósofo, Avicena se planteó la relación entre medicina y filosofía y con la concepción psicológica del hombre. Para él, la medicina depende del conocimiento de los elementos que componen la materia y de las leyes de la naturaleza. Es preciso conocer el cuerpo humano, su funcionamiento y las bases de la salud y de la enfermedad.
En su Canon de medicina se aprecia la idea de una correspondencia entre lo somático y lo psíquico, hasta el punto de que este último influye más de lo que parece en el estado, sano o enfermo, de aquél.
Pero ante todo, Avicena se interesa por los medios de conservar la salud. Recomienda la práctica regular de deporte o la hidroterapia en medicina preventiva y curativa. Insiste en la importancia de las relaciones humanas en la conservación de una buena salud mental y somática.
Como reza la conocida máxima "el médico que solo sabe de medicina, ni siquiera de medicina sabe".
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