Andrea Camilleri ( Sicilia 1925- Roma 2019) deja de lado, en esta narración breve, al comisario Montalbano para hacer un homenaje a las historias contadas por nuestros mayores, basada en una fábula que le contaron de niño y que ha ido transformando hasta construir esta historia protagonizada por Gnazio Manisco que comienza así :
" Gnazio Manisco reapareció en Vigàta el 3 de enero de 1895, a los cuarenta y cinco años, y en el pueblo ya nadie sabía quién era, ni él conocía a nadie, tras veinticinco años en América"
Tras perder su empleo decide volver a su aldea natal en la costa sur de Italia y con la indemnización recibida compra varias hectáreas de terreno cerca del pueblo en la península de Ninfa en la crece un olivo milenario. A pesar de su aversión al mar construye de espaldas a él una casa formada por cubículos de idénticas proporciones unas de otras, cultiva la tierra y completa su estancia con una pequeña granja. Pero Gnazio se siente solo y quiere coronar ese estado de bienestar con una mujer. Para ello llama a su amiga Pina, una anciana mujer que cura todo tipo de dolencias con hierbas medicinales y además hace las veces de alcahueta. Después de barajar varios nombres, será la bella y enigmática Maruzza Musumeci que habla en griego con su abuela, goza de una magnífica voz y parece el personaje de una fábula.
En tan solo ciento cincuenta páginas aborda todas las etapas de la vida de Gnazio, la cultura rural de esa tierra mediterránea con un lenguaje sencillo y directo cargado de sentido del humor como podemos ver en este fragmento donde relata uno de los momentos en el que la señora Pina le propone a una de las candidatas para contraer matrimonio.
—Estaría Caterina Tumminello— ¿Qué edad tiene?—Treinta y dos.—¿Y cómo es que aún no se ha casado?—Cojea.—¿Ella también?—Sí señor—¿Se cayó?—Nació así. Pero cojea de la misma pierna que usted. Y eso es bueno.—¿Por qué?—Porque así, cuando caminen el uno junto al otro, no se darán cornadas, ni golpes con la cabeza. Y ¿sabe qué suele decirse? “Mujer lisiada / la mejor follada”
Pero el beso de la sirena nos va a llevar al recuerdo de esa historia, de la mitología griega, entre una sirena y un humano. En la Odisea de Ovidio ya aparecen las sirenas, unas divinidades fluviales hijas del rio Arqueloo y de la musa de la poesía Calíope, que con su melodiosa voz y con la música que tocaban atraían a los marinos, que aturdidos por el sonido, perdían el control del barco que se estrellaba contra los arrecifes. Entonces las Sirenas devoraban a los imprudentes navegantes, pero Ulises alertado por el dios Circe tapó con cera los oídos de toda la tripulación y se hizo atar a un mástil para no poder arrojarse a las aguas al oír su música. Él sabía que si un hombre era capaz de oírlas sin sentirse atraído por ellas, una de las sirenas debería morir. Y ésta fue la sirena llamada Parténope. Las olas lanzaron su cuerpo inerte hasta la playa y allí fue enterrada con múltiples honores en un sepulcro que dio lugar a templo en el pueblo que llevaba su nombre. Hoy ese pueblo es la próspera ciudad de Nápoles, llamada antiguamente Parténope.
En la literatura española también hay relatos de sirenas que han sobrevivido al paso del tiempo, están ligados a un par de ideas básicas: por una parte, a su canto melodioso, que constituye un peligro que debe ser evitado por los seres humanos, por ejemplo en La Celestina, donde uno de los personajes, Párneno, indica que "el canto de la serena engaña los simples marineros con su dulçor" y por otro el carácter celeste otorgado por otros autores que lo consideran como prototipo de ángel cristiano que conducen las almas hasta la luz.
En este relato tendrás que descubrir que tipo de sirena es Maruzza. A lo largo de la narración en ningún momento el autor habla de estos seres mitológicos tan solo lo revela el título en la edición española pues el título original de la obra es Maruzza Musumeci. Y donde nos hará reflexionar sobre como vivir con lo que nos resulta extraño, ajeno y contrario.
Esta lectura compartida en el mes de marzo por el Club de lectura de la Biblioteca ha sido comentada de forma distinta por el confinamiento del Covid-19, de forma virtual y a través de comentarios en redes sociales como WhatsApp, un relato que los miembros del club de lectura lo han visto por un lado entretenida y con una lectura rápida que mezcla realidad con leyendas y mitos además de recordar un poco al realismo mágico de Cien años de soledad o La casa de los espíritus mientras que a otros les ha parecido un relato soso con mezcla de historias inconexas.
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