jueves, 2 de abril de 2020

CELEBRA DESDE CASA EL DÍA 2 ABRIL




Con el fin de despertar el interés y amor por los libros y la lectura de los niños y jóvenes y hacer de ello, un hábito de vida, celebramos el Día del Libro Infantil y Juvenil coincidiendo con el 2 de abril natalicio del escritor danés Hans Christian Andersen.


La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico en paralelo con el Centro Andaluz de las Letras nos invitan a participar desde casa, por el estado de alarma a causa del COVID_19, con un certamen titulado " Contra el conoravirus: escribe y dibuja" dirigido al público infantil y juvenil en el que se invita a la creación de un relato, un cuento o un poema acompañado de una ilustración, cuyo tema principal será la situación de emergencia sanitaria en la que nos encontramos.


El plazo para recibir las creaciones literarias estará abierto hasta el 15 de mayo de 2020 y serán enviados a infoiniciarte.aaiicc@juntadeandalucia.es indicando el nombre del menor participante y la edad, así como un teléfono de contacto e email del tutor legal. El texto será manuscrito y cuya extensión no será superior a un A4.


Se seleccionarán 50 textos e ilustraciones, que serán impresas en una edición gratuita y distribuida en bibliotecas, ferias del libro y centros educativos andaluces. "Con este certamen, buscamos recoger a través de la creación de los más jóvenes, este momento de excepcionalidad que formará parte de la historia de Andalucía",


La Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY) un colectivo sin ánimo de lucro, compuesto por asociaciones y personas de todo el mundo comprometidas con la idea de propiciar el encuentro entre los libros y la infancia promueve cada 2 de abril El Día del Libro Infantil y Juvenil.


Cada año, una sección nacional del IBBY tiene la oportunidad de ser la patrocinadora internacional del Día del Libro Infantil y selecciona un  a un reconocido ilustrador que crea un cartel. Este año le corresponde a la sección de Eslovenia que nos deja este precioso cartel ilustrado por Damijan Stepančič ( Liubrina 1959) y distribuido por todo el mundo (bibliotecas, librerías, centros escolares...) para promover la celebración de este día. 




También se ha elegido a un escritor representativo de este país para que elaboren el mensaje dirigido a todos los niños del mundo, Peter Svetina ( Liubriana 1970 ) con el título de «Hambre de palabras»


Hambre de Palabras


Donde yo vivo, los arbustos se vuelven verdes a finales de abril o principios de mayo. Al poco tiempo, se llenan de crisálidas de mariposas, que lucen como vetas de algodón o algodón de azúcar. Las orugas devoran los arbustos hoja tras hoja, hasta dejarlos despojados. Cuando las mariposas salen de sus crisálidas, echan a volar, pero los arbustos no quedan arruinados. Al llegar el verano brotan de nuevo, y así una y otra vez.

Esta es la imagen de un escritor, la imagen de un poeta. Son carcomidos, agotados por sus historias y sus poemas, las cuales, una vez finalizadas, emprenden su propio vuelo, refugiándose en los libros y encontrando a sus lectores. Esto no deja de repetirse.

¿Qué ocurre con estas historias y estos poemas?

Conozco a un chico al que tuvieron que operar de los ojos. Tras la operación, pasaron dos semanas donde solo se le permitió permanecer recostado sobre su lado derecho, y después de aquello, otro mes donde no pudo leer nada. Cuando volvió a coger un libro, mes y medio después, sintió como si estuviera recogiendo palabras a cucharadas, casi comiéndoselas.

Y conozco a una chica que ahora es maestra. Me dijo: pobres de aquellos niños a los que sus padres no leían libros.

Las palabras en los poemas y en los cuentos son alimento. No alimento para el cuerpo, nada que pueda llenar el estómago. Son alimento para el espíritu y para el alma.

Cuando el hombre tiene hambre o sed, se le encoge el estómago y se le seca la boca. Busca encontrar algo para comer, un trozo de pan, un plato de arroz o de maíz, un pescado o un plátano. Cuanto más hambriento se encuentra, más se le estrecha la mirada; ya no ve otra cosa que aquello que pueda saciarle.

Sin embargo, el hambre de palabras se manifiesta de forma distinta: como una tristeza, una apatía, una arrogancia. Las personas que sufren de este tipo de hambre no son conscientes de que sus almas están tiritando, de que están pasando junto a sí mismas sin haberse percibido. Una parte de su propio mundo se les va de las manos sin ellos darse cuenta.

Este tipo de hambre es la que sacian los poemas y las historias.¿Existe, no obstante, esperanza para aquellos que nunca han satisfecho esta hambre con palabras?

Sí. Aquel chico lee casi cada día. La chica que es maestra lee cuentos a sus alumnos cada viernes, cada semana. Si alguna vez se olvida, los niños no tardan en recordárselo.

¿Y qué ocurre con el escritor, con el poeta? Con la llegada del verano, volverán a verdecer. Y una vez más serán engullidos por sus historias y poemas, que acabarán volando en todas las direcciones, igual que las mariposas. Una y otra vez.


(Texto original: Peter Svetina. Traducción: Barbara Pregelj)

No hay comentarios:

Publicar un comentario