No siempre en la actividad semestral del Maxi Club de lectura, que organiza la Biblioteca Provincial de Córdoba con los clubes de lectura de la provincia, tenemos la oportunidad de contar nuestras experiencias de la novela seleccionada, con el autor de la misma. En esta ocasión sí, hemos compartido en la tarde del día 18 de octubre una jornada de lujo con el escritor Miguel Ángel Hernández y su novela El dolor de los demás.
Alberto Monterroso, profesor del instituto Blas Infante en la capital y autor de varias novelas de la Córdoba romana, nos introduce en esta novela constatándonos que la realidad y la ficción no tienen los límites bien definidos en esta obra donde el propio autor es un personaje de la misma que utiliza ésta no como algo terapéutico sino también de dolor.
Resaltaba como el lector puede ver la mella emocional que algunos estamentos de la sociedad deja en el autor mostrándonos con una sinceridad fuera de lo habitual, el papel de la Iglesia, la pasión por la música, sus sentimiento de culpa, su huida... y como nos damos cuenta que la única forma de mitigar el dolor humano no es solo mostrar el dolor de uno mismo sino el dolor de los demás.
Resaltaba como el lector puede ver la mella emocional que algunos estamentos de la sociedad deja en el autor mostrándonos con una sinceridad fuera de lo habitual, el papel de la Iglesia, la pasión por la música, sus sentimiento de culpa, su huida... y como nos damos cuenta que la única forma de mitigar el dolor humano no es solo mostrar el dolor de uno mismo sino el dolor de los demás.
Una novela a dos tiempos que nos adentra en una España profunda e inexplorada con la colisión de dos mundos y dos modos de vida. Hace 24 años ocurrió un hecho terrible en un pequeño caserío de la huerta murciana. Durante la Nochebuena el mejor amigo de Miguel Ángel Hernández, Nicolás, asesinó a su hermana y se quitó la vida saltando por un barranco. La investigación se cerró y el crimen quedó para siempre en el olvido. En la actualidad cuando las heridas parecen haber dejado de sangrar y el duelo se ha consumado, el escritor decide regresar a la huerta y, metiéndose en la piel de un detective, intenta reconstruir aquella noche trágica que marcó el fin de su adolescencia.
Miguel Ángel Henández hace su intervención en este encuentro de Clubes de lectura mostrándonos una novela muy autobiográfica con una infancia marcada por la Iglesia, el pecado y la culpa; la presencia constante de la enfermedad y la muerte; el universo opresivo y cerrado del que un día consiguió salir.
Tras la novela, ha publicado un diario, Aquí y ahora, con un epílogo que concluye la novela en otro lugar.
Tras la novela, ha publicado un diario, Aquí y ahora, con un epílogo que concluye la novela en otro lugar.
Descubrimos a un autor muy locuaz y especialmente lúcido como así se define en el Diario de escritura titulado Tiempo por venir y donde nos hace una breve reseña de este encuentro en la capital cordobesa el viernes 18 de octubre de 2019.
Nos explica que le ha costado más escribir sobre los demás que sobre él mismo y donde escribir sobre el dolor de los demás trae consecuencias y no del todo positivas porque a la gente no le gusta que salga a la luz su historia pues estás exponiendo a otros. En su narración el autor quería contar los hechos que ocurrieron en esa Navidad de 1995 y que no dolieran más de lo necesario. En su proceso de investigación se fue dando cuenta que él no quería saber que pasó sino como pasaron los acontecimientos.
Cuenta que cuando comenzó a escribir esta novela si tenía claro la estructura; con un comienzo narrando la noche en que sucedieron los hechos, la investigación veinticuatro años después y los recuerdos de su amigo Nicolás con él. Lo que no tenía claro era el desenlace, pues según avanzaba en sus investigaciones comienzan a surgir ciertas interferencias como la negativa de la secretaria judicial a mostrarle el expediente del crimen o la negativa del guardia civil a coger el teléfono....Todos estos acontecimientos harán de la novela algo inconcluso y lo que en un principio contiene todo el suspense de una novela policíaca poco a poco va dando paso a una novela donde los sentimientos son más importantes que el desenlace final.
Miguel Ángel Hernández nos desvela que es una investigación frustrada en una doble vertiente porque a medida que va indagando en los hechos se va dando cuenta de otros y eso le lleva a plantearse el crimen que él ha cometido con el pasado, saliendo de la huerta y olvidando sus orígenes.
En las dos horas que dura el encuentro, cada uno de los Clubes de Lectura participantes exponemos nuestras opiniones y nuestras preguntas. Con respecto al enunciado de la novela el autor nos explica que "los títulos son como horizontes" y lo que en un principio tituló como El Cabezo, la editorial Anagrama le sugiere cambiarlo por El dolor de los demás que es el título de uno de los capítulos del libro. Nos hace referencia a la frase de Sussan Sontag que introduce la novela "la memoria es, dolorosamente, la única manera que tenemos de hablar con los muertos.” como la forma que tiene la literatura de hacer justicia ante el olvido.
El escritor viaja en el tiempo y la historia llega al lector en dos voces presente y pasado donde jugamos con la ficción para contar una historia real de la que la gente había dejado de hablar hace mucho tiempo y cuando Miguel Ángel termina la novela y la publica en mayo de 2018 le persigue la incertidumbre típica de un escritor poco experimentado. Sus paisanos le dan el reconocimiento merecido eligiendo El dolor de los demás como El Mejor Libro Murciano del año 2018. Se despide de todos nosotros expresándonos que la literatura no es solamente escribir sino todo el cúmulo de cosas que vienen después como son reflexionar, conversar....
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