Fascinante thriller psicológico que explora las fronteras entre la realidad y la ficción, además de abordar la naturaleza de la creación literaria. Publicada en 2015, esta obra es una especie de continuación de su novela anterior, Nada se opone a la noche, aunque se puede leer de forma independiente. En esta nueva historia, Delphine nos sumerge en una narrativa que mezcla experiencias personales y una reflexión profunda sobre el acto de escribir, la verdad y el poder de la manipulación.
La trama de Basada en hechos reales comienza con el encuentro fortuito entre Delphine, la narradora de la novela que comparte el mismo nombre que la autora, y L., una mujer enigmática y seductora a quien conoce en una fiesta. La relación entre ambas comienza de forma casual, pero rápidamente se convierte en una amistad intensa y absorbente. L. es todo lo que Delphine parece necesitar en ese momento: segura de sí misma, sofisticada y con un gran dominio sobre su propia vida. Se revela, además, que L. trabaja como escritora fantasma, escribiendo biografías para celebridades sin recibir crédito alguno.
Delphine, por su parte, está atrapada en un bloqueo creativo . En este estado de vulnerabilidad, la presencia de L. se convierte en un apoyo esencial, pero también en una fuerza que la impulsa a cuestionarse el sentido de su trabajo literario. Al principio, L. la ayuda a superar su crisis, animándola a volver a escribir, pero pronto su influencia se vuelve más insidiosa, presionándola a seguir un camino creativo basado en la escritura de la realidad, en un estilo casi documental que, según L., es el único válido para un autor contemporáneo.
Uno de los elementos más fascinantes de la novela es la caracterización de L. Esta mujer se presenta como la encarnación de la sofisticación y el control absoluto, una figura que parece tener todas las respuestas y una claridad inquebrantable sobre lo que debería ser la literatura en el siglo XXI. L. representa una fuerza persuasiva que desafía las inseguridades de Delphine y manipula su fragilidad emocional, ganando poder sobre ella a medida que la historia avanza.
El dominio de L. sobre Delphine no es solo creativo, sino que también se infiltra en su vida personal. La relación se transforma en un vínculo de dependencia casi enfermizo, donde la línea entre la amistad y la manipulación se vuelve borrosa. Este proceso de control paulatino revela las dinámicas de poder que se desarrollan entre ambas y lleva a Delphine a un estado de creciente vulnerabilidad.
Una de las cuestiones centrales de Basada en hechos reales es la reflexión sobre el papel del escritor y la naturaleza de la creación literaria. Delphine de Vigan utiliza la figura de L. para interrogar la idea de que la única forma auténtica de literatura es aquella basada en la realidad. L. defiende fervientemente que la escritura debe extraerse de la experiencia vivida, de la "realidad viva," y no de la invención o de la ficción. Esta postura genera un conflicto interno en Delphine, quien se debate entre seguir su propio camino creativo o ceder a las presiones de esta nueva amiga que parece saber exactamente lo que se necesita para triunfar.
La novela plantea una crítica y una reivindicación del rol del escritor en el siglo XXI, sugiriendo que el autor debe ser un cronista de lo real, una figura que traduce la verdad del mundo en palabras sin adornos ni artificios. Esta noción conecta directamente con las experiencias personales de la propia autora, ya que Delphine de Vigan alcanzó el éxito literario con la novela Nada se opone a la noche, concebida como terapia por el suicidio de su madre. Cuando todavía no había cerrado, del todo, este trágico suceso, escribe Basada en hechos reales, donde da continuidad a algunos hechos de su etapa anterior, lo que añade una capa de complejidad a la trama de la novela y la difumina aún más entre lo que es realidad y lo que es ficción.
Basada en hechos reales fue llevada al cine por el director Roman Polanski en 2017, en una adaptación que se mantuvo fiel a la esencia psicológica y el suspenso de la novela. Polanski, conocido por su habilidad para explorar la mente humana y las relaciones complejas, capturó la atmósfera inquietante y la tensión emocional entre los personajes principales. Esta adaptación cinematográfica aportó una nueva dimensión a la historia, permitiendo que el público visualizara la interacción entre Delphine y L. y el desarrollo de su relación tóxica.
Para terminar os diré que la novela Basada en hechos reales de Delphine de Vigan es una obra que trasciende el simple thriller psicológico para convertirse en una profunda reflexión sobre la creación artística, la verdad y el papel del escritor en la sociedad moderna. A través de la relación entre Delphine y L., la autora explora cómo el poder de la influencia y la manipulación puede infiltrarse en la mente humana y cómo el acto de escribir puede ser tanto un acto de liberación como de encarcelamiento.
Delphine de Vigan desafía las expectativas del lector al cuestionar qué es real y qué es ficción, y nos invita a reflexionar sobre los límites de nuestra propia percepción de la verdad. La novela es, en última instancia, una exploración de las dudas y las inseguridades del proceso creativo, y un testimonio del poder que las historias verdaderas, o al menos aquellas que parecen serlo, pueden tener sobre nosotros.
Delphine de Vigan (Boulogne-Billancourt, Francia 1 marzo 1966- |
Aquellos cuadernos contenían mi memoria. Contenían toda suerte de pormenores, anécdotas, de situaciones que tenía olvidadas. Contenía mis esperanzas, mis preguntas, mi dolor. Mi curación. Contenía aquello de lo que me había aligerado con el fin de mantenerme en pie. Contenía lo que creía haber olvidado pero que nunca se borra. Lo que sigue actuando sin que lo sepamos.
Basada en hechos reales página 236
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