El sentido de la colección es satisfacer las necesidades del usuario en lo que concierne a educación, información y desarrollo personal, tal y como consta en las directrices para bibliotecas públicas de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA).
Los juegos de mesa, como recurso cultural que son, forman parte así de los servicios de la biblioteca y entre los beneficios que reportan están, no solo ampliar los conocimientos sino que también potencian el razonamiento, la socialización, la coordinación, la agilidad mental y el pensamiento crítico. Forman, informan y entretienen, los tres objetivos que debe perseguir cualquier biblioteca pública.
Las investigadoras Elena Atrián e Isabel Franco, del Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón, INMA, instituto mixto entre el CSIC y la Universidad de Zaragoza, han desarrollado Bacterfield, un juego de mesa que pretende dar a conocer el apasionante mundo de la microbiología y como trabajan los investigadores para crear nuevos materiales y tratamientos y combatir así la resistencia antimicrobiana, una amenaza en aumento.
Las bacterias son microorganismos unicelulares y son los protagonistas de este juego. Algunas pueden ser beneficiosas para nosotros como las bacterias que se encuentran en el intestino que nos ayudan a digerir la comida y otras pueden causar enfermedades tan graves como la peste, salmonelosis o cólera.
La ventaja que tienen las bacterias es que crecen muy rápido, pero no pueden crecer de forma infinita pues conforme crecen van agotando nutrientes y llegan a un estado donde permanecen activas pero no se dividen más.
Las bacterias pueden formar sus propios ecosistemas en distintas superficie, llamados biofilm ( o biopelícula), que aparecerán en nuestro juego, en los que además se protegen de agentes externos gracias a la liberación de distintas sustancias que constituyen una matriz protectora. Para eliminar esta barrera protectora necesitamos crear antimicrobianos específicos con actividad antibiofilm, que permita destruirlo o que inhiba su formación y así dejar las bacterias accesibles al antimicrobiano. Aquí entran en juego la ciencia y los investigadores, que trabajan cada día para desarrollar nuevos compuestos con mejores propiedades.
Para jugar no es necesario tener conocimientos previos en microbiología, sino que es la propia mecánica del juego la que ayuda a descubrirlos. Para ello habrá que reunir las bacterias, planificar una estrategia y utilizar las cartas para adquirir nuevos genes o para eliminar a las bacterias rivales.
Bacterfield es un juego de mesa de estrategia, de 2 a 4 jugadores (a partir de 14 años), en el que se puede controlar el crecimiento de las bacterias. Para conseguir el objetivo se contará con diferentes cartas de acción, que proporcionarán la ayuda necesaria para ganar la partida.
¿ Quién dice que la biología no puede ser divertida ?
Ahora ya tienes disponible este juego de mesa en nuestra biblioteca tanto para préstamo en sala como a domicilio.
Fuentes:
https://www.larazon.es/castilla-y-leon/20211016/huqz7qfmhbdrvbsdnlrhp4fzrm.html
Luis Miguel Cencerrado en la entrada El valor de la colección de la bibliotecahttps://www.heraldo.es/noticias/aragon/2021/05/03/investigadoras-del-inma-crean-bacterfield-un-juego-de-mesa-que-permite-dar-a-conocer-el-mundo-de-la-microbiologia-1489321.html?autoref=true
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