viernes, 10 de febrero de 2017

EL ÚLTIMO CATÓN: ficción, Iglesia e historia unidas en una novela



Con Matilde Asensi inauguramos el año en el Club de lectura de la Biblioteca. Sin duda una escritora consagrada del panorama literario español, que vive de lo que escribe y habla sin tapujos y sin miedo de temas de actualidad que plasma en sus novelas.

El último catón es una novela de ficción y aventura pero con una base histórica importante. Comenta la propia escritora que el libro le llevó un año escribirlo pero fue más laborioso la búsqueda de información  bibliográfica, que le llevó dos años, que escribir la novela en sí.

Nos cuenta la historia de Octavia Salina, una religiosa que trabaja como paleógrafa en los Archivos Secretos del Vaticano y a la que le encomiendan una misión secreta donde tendrá que esclarecer los tatuajes encontrados en un cadáver etíope relacionados con los Lina Crucis, reliquias del cristianismo que se refiere al madero supuestamente usado por los romanos para crucificar a Jesús de Nazaret.

En esta peligrosa aventura, irá acompañada del profesor Faraq Boswell y un alto cargo militar de la guardia suiza Kaspar Glauser-Röist que le conducirá ante el último jefe de una secta religiosa, denominada Los Catones, depositarias de las reliquias de la Cruz de Cristo.

Tendrán que superar sietes pruebas, desarrolladas en siete urbes distintas en edificios históricos emblemáticos y basadas en la Divina Comedia de Dante y los siete pecados capitales. Quedando distribuidas de la siguiente forma:

  • 1ª  prueba trascurre en Roma en la Iglesia de Santa Mª in Cosmedin, aquí se tendrá que limpiar el pecado de la soberbia con  el que nos amamos demasiado a nosotros mismos y despreciamos a los demás.
  • 2ª  prueba se desarrolla en Rávena en el Monte Palú en, uno de los pocos lugares inventados por la autora, el Monasterio de San Constantine de Acanzzo, con el pecado de la envidia donde nos alegramos cuando a otro le va mal y nos entristecemos cuando le va bien.
  • 3ª  prueba tiene como escenario Jerusalén en la cripta subterránea de la Basílica del Santo Sepulcro, el pecado a limpiar será el de la ira que nos produce enojarnos sin medida y tener deseos de venganza.
  • 4ª  prueba, Atenas será esta vez la ciudad elegida, y para desarrollar las pruebas la Iglesia de Kapnikarea con el pecado de la pereza, la vagancia que te lleva a descuidar tus obligaciones.
  • 5ª  prueba tiene lugar en la mezquita Fatih Camii, Estambul, con el pecado de la avaricia, la gran ambición por poseer cosas materiales.
  • 6ª  prueba transcurre en Alejandría en las  Catacumbas de Kom el Shogafa, el pecado a limpiar será el de la gula ese deseo de comer y beber sin medida.
  • 7ª  prueba liberarán el pecado de la lujuria, esa búsqueda desordenada del placer sexual, en el Lago Tana, donde nace el Nilo Azul hasta orillas de Atbara en Entioch (Etiopía)

En siete capítulos y casi setecientas página Matilde Asensi construye una historia, con demasiada imaginación, llena de intrigas en escenarios casi todos reales sin haber viajado a ellos, como ha manifestado en diversas ocasiones por su miedo al avión, y con multitud de confidencias muy bien documentadas sobre el Vaticano, los Papas, la religión y los hechos históricos que cambiaron el transcurso de nuestra historia.

Nos ha parecido una lectura  algo extensa pero interesante por los hechos que narra y los personajes reales que aparecen, más que por la trama en sí de la novela. Durante su lectura hemos podido conocer a personas tan interesantes como Karl Lehmann, Angelo Sodano muy relacionado con la renuncia del Papa Benedicto XVI, los líderes ortodoxos Alejo II  y el patriarca de Constantinopla Bartolomeos I, santas como Sta Lucía o Sta Águeda y otros relacionados con hechos que conmovieron al mundo como el asesinato del guardia suizo Alais Etermann y su mujer o la quiebra del Banco Ambrosiano de Milán ( Banco Vaticano) con Paul Marcinkus por citar algunos ejemplos.

Matilde Asensi ha creado una novela que combina a la perfección ficción e historia  y que años más tarde escritores de renombre internacional como Dan Brown con el código da Vinci han imitado.

Sin duda las críticas a la Iglesia y a todo el entramado de la Ciudad del Vaticano son frecuentes, así que termino esta entrada en el blog con  una de las muchas ingeniosas frases de la novela.

Nos esperaba una de esas limusinas de color negro y matrícula SCV (Stato della Cittá del Vaticano) que poseen todos los cardenales para su uso personal, y a las que los romanos que son gente muy socarrona, han cambiado el significado por "Si Cristo lo viese"

Matilde Asensi
El último Catón


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