Durante este año 2015 el objetivo club de lectura de la Biblioteca es conocer las culturas de otros países a través de la literatura. Para conocer España o una parte de ella, hemos seleccionado esta obra leída en el mes de septiembre que ha obtenido la puntuación de sobresaliente, porque es un libro que te engancha desde las primeras hojas, independientemente que te gusten o no las historias centradas en la guerra.
Hablar de la Guerra Civil Española no es tarea fácil, teniendo en cuenta las reglas de neutralidad ideológica. Quizás lo que más nos ha llamado la atención es que nos habla de anécdotas y hechos de la Guerra Civil sin vanagloriar a ninguno de los dos bandos y lo hace a través de sus protagonistas principales: Juan Castro, un trabajador de la tierra que es llamado a filas como cabo acemilero y una mula que le pone por nombre Valentina, encontrada por casualidad en el frente, a la que en secreto decide darle cobijo y sustento.
La novela nos sitúa cronológicamente en el año 1938 en el frente de Peñarroya, con esbozos de una de las batallas más sangrientas como la de Valsequillo (enero 1939) y algunos recuerdos como si de una cámara cinematográfica se tratara de las anécdotas acaecidas en el Santuario de la Virgen de la Cabeza...por poner algún ejemplo.
Pero como dice la ilustración con la que enmarcamos esta estrada de blog, esta novela es un alegato antibelicista enmarcado en la Guerra Civil y es que los personajes principales que pertenecen al bando nacional, no por convicciones políticas, sino por casualidad, no les interesa la guerra, sino los avances en el terreno amoroso, la confraternización entre paisanos, sean del bando que sean...y para Juan Castro, su mula Valentina, símbolo de esperanza y con la que empieza a hacer proyectos de futuro y llevarla a su tierra, cuando termine la guerra.
Entre tanto sinsentido, las situaciones que tienen que soportar, se hacen más llevaderas con sentido del humor, algo que no le falta a la novela. Aunque el marco es de miseria y hambre, Juan Castro descubre otro mundo remoto solo entrevisto en algunas películas, en la oscuridad del gallinero del cine Trianon de Andújar, un mundo irreal y próximo que la guerra han puesto a su alcance y cuya reflexión copio de forma literal de la novela:
El mundo de los aviones, de los edificios de siete plantas con portal de mármol y ascensor,
el mundo de los automóviles, de los zapatos lustrosos y las mujeres hermosas, de los hombres apolineos
el mundo de la belleza, del lujo, y de la distinción...
aquel mundo que había presentido cuando, por encima de su hato de cabras, cruzó el cielo el zepelín.
El mundo de los marqueses de Pineda y de sus hijos, con sus raquetas de tenis, sus maletas de cuero entablilladas en los principales hoteles del mundo...con su piscina...
Era natural que hicieran una guerra y murieran si hiciera falta, por defender todo aquello.
A través de la página web que tiene el escritor de la obra, el club de lectura se ha podido poner en contacto con él, respondiéndonos cordialmente y expresando lo honrado que se sentía al ver que el club estaba leyendo esta novela, que para él es muy especial, pues rememora las hazañas de su padre en la contienda, en la figura de Juan Castro, añadiendo que todo lo que cuanta es real a excepción de lo acontecido en Burgos.
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