La utilización de la lectura con fines curativos es lo que definimos como biblioterapia.
Tiene
su origen en la Antigüedad. Se incluía entre los preceptos para
llevar una vida saludable. En el antiguo Egipto se consideraban a las
bibliotecas “ Casas de vida “ así el faraón Rammsés II mandó
grabar en la portada de su biblioteca la frase “ Remedios para el
alma “.
En
la Edad Media era habitual proporcionar a los pacientes como
complemento terapeútico, la lectura de textos sagrados;
procedimiento común para aliviar el dolor y mitigar la angustia.
En
los siglos XVIII y XIX, los hospitales psiquiátricos de Inglaterra,
Francia, Alemania y Escocia, contaban con bibliotecas para pacientes,
ya que los médicos que trataban enfermedades psíquicas recetaban la
lectura como terapia. Y en la primera mitad del siglo XIX, los
servicios bibliotecarios eran una parte significativa de los
programas terapéuticos para estas patologías.
La
biblioterapia fue reconocida por primera vez como un aspecto de la
biblioteconomía en 1904. El auge lo obtuvo en la década de los 50,
tras la Segunda Guerra Mundial, cuando los hospitales de los países
más afectados que contaban con bibliotecas, crearon programas de
lectura dirigidos por especialistas de la salud mental y
bibliotecarios.
En
1949, Caroline Shrodes, estudiante estadounidense, publica su tesis
sobre biblioterapia, definiéndola como un proceso dinámico que
se da entre la personalidad de un lector y un texto de ficción,
movilizando emociones y utilizándolas para su uso consciente.
En
la década de los 80, con el boom de los libros de autoayuda,
se afianza la idea del poder sanador de ciertas lecturas. Se parte
del supuesto de que determinadas alteraciones o sufrimientos
psíquicos, podrían ser «curados» mediante la prescripción de
literatura específica.
En
los años 90, a la concepción clínica se suma la concepción
humanística o desarrollo personal. No es necesario estar enfermo,
deprimido o angustiado para hallar alivio en un libro.
En
la actualidad podemos distinguir entre :
- Biblioterapia clínica : destinada a personas con problemas sociales importantes. Su aplicación se lleva a cabo en hospitales y organizaciones de salud mental.
- Biblioterapia para el desarrollo personal: se define como el apoyo literario para ayudar a un desarrollo normal y progresivo de la persona que pide ayuda. Podemos utilizar tanto la literatura de ficción como la literatura didáctica
Cuando
los usuarios de la biblioteca acuden a ésta para utilizar sus
servicios como un recurso para mejorar situaciones personales, de
salud, sociales etc, es cuando los bibliotecarios le proporcionamos al
usuario una atención mas personalizada y pasamos a ejercer el papel
de médico, psicólogo o farmacéutico recomendando a nuestros
lectores libros que le ayuden a mejorar la situación en que se
encuentran. Según afirma Gold, durante la lectura pasamos por fases
que nos ayudan en este proceso:
- Identificación con el personaje o los hechos de la trama.
- Involucración emocional con liberación de emociones.
- Auto-reconocimiento: identificación de las posibles soluciones a su problema.
No solo estamos hablando de los
libros de autoayuda y autosuperación. Hay un libro para cada ocasión
que sin tener que centrarse en problemas psicológicos, nos permiten
en el transcurso de su lectura poder disfrutar y olvidarnos en esos
instantes de la realidad cotidiana.
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