Esta ha sido la lectura compartida del mes de enero en el Club de lectura de la Biblioteca. Una lectura corta, algo más de 70 páginas, pero intensa y profunda. Así definían ayer, 30 de enero, los miembros de este colectivo a esta novela, que puede ser un canto a una Paz, rememorada ese día, donde a través de la amistad Oriente y Occidente se aunan superando las barreras entre judíos y musulmanes.
La historia que nos narra Eric Emmanuel Schmitt tomó forma por primera vez gracias a un monólogo del autor que data del año 1999. Este texto fue pensado para una representación teatral, de hecho se ha llevado al teatro y al cine, evolucionando a la novela corta publicada en 2001.
La narración es la primera de La trilogía de lo invisible que la componen tres obras breves en torno a las grandes religiones de la humanidad:
- El cristianismo con la novela Oscar y Manie Rose: trata de un niño de once años ingresado en un hospital con leucemia. Cuando las cosas no salen bien y le queda muy poco tiempo de vida, va a visitarle Manie Rose, proponiéndole que le escriba a Dios. Oscar comienza a escribir unas cartas muy interesantes, experimentando en los pocos días que le quedan, todas las etapas de la vida: la juventud, la madurez y la vejez.
- El budismo con la novela Milarepa: narra la historia de Simón que todas las noches tiene el mismo sueño. Una mujer enigmática se lo interpretará: es la reencarnación del tío de Milarepa, el célebre místico tibetano del siglo XI, que odiaba a muerte a su sobrino. Para poder salir del ciclo de las reencarnaciones Simón debe contar su historia a dos hombres identificándose con ellos hasta el punto de mezclar sus identidades y que sus yos se confundan.
- El judaísmo y el islam con la narración del Señor Ibrahim y las flores del Corán : donde un muchacho judío de 13 años, hijo de un abogado frustrado sin pleitos y sin mujer, se hace amigo del tendero musulmán Ibrahim, un hombre sabio que ayudará al joven en las vicisitudes de la vida demostrando que la coexistencia no solo es posible sino también enriquecedora.
En esta novela, narrada en primera persona desde el punto de vista de su protagonista, Moisés o Momo muestra la doble vida del muchacho, por un lado la vida rutinaria del hogar con un padre huidizo y frustrado y por otro lado la vida de Momo en un barrio judío de París y la amistad con el único tendero árabe, el señor Ibrahim.
El libro logra atraparnos desde el principio con un incipit (primera frase de la novela) que nos invita a seguir leyendo.
A los trece años rompí mi cerdito y me fui de putas
Pero sin duda lo realmente interesante de la narración son los diálogos que mantienen los dos protagonistas. A través de éstos conoceremos como piensan y mucho más de la vida de ambos. Ellos tenían todo el tiempo del mundo para hablar y reflexionar sobre temas diversos.
Su día a día transcurría en conversaciones de una frase por día, según nos narra Momo.
"Teníamos tiempo. Él, porque era viejo, y yo, porque era joven."
"Teníamos tiempo. Él, porque era viejo, y yo, porque era joven."
El libro está lleno de enseñanzas y reflexiones que el señor Ibrahim irá enseñando al joven Moisés. El autor muestra su punto de vista sobre la religión con la intención de superar las barreras religiosas y nos adentra a través del anciano Ibrahin en los musulmanes sufíes, la rama más espiritual de la religión musulmana. El término sufismo, que deriva de la palabra árabe suf (lana) y que en sus orígenes se aplicó a ciertos ascetas musulmanes que, imitando a los eremitas cristianos, se vestían con esta ropa humilde en señal de renuncia a las vanidades mundanas. Vemos aquí la intencionalidad del autor para mostrarnos a un colectivo víctimas de los movimientos más radicales del islam, desde los salafistas en Egipto o Libia hasta los talibanes en Pakistán, que los consideran heterodoxos.
Nos encontramos con una lectura que puede ser una fábula o un libro de autoayuda con ideas para llevar a cabo en nuestra vida diaria cargada con toques de humor y que nos incita a: viajar, vivir despacio, sin prisas y estrés, a disfrutar de cada momento, a querernos a nosotros mismos para luego querer a los demás, a luchar por lo que queremos siempre siempre con una sonrisa.
Un libro que nos ha gustado por ser una lectura fácil que nos da lecciones de vida y ser un canto a la amistad, a los valores humanos, a como un adolescente tiene que madurar superando los problemas, haciendo uso de la filosofía, ciencia que al escritor le ha servido para aprender a ser uno mismo y sentirse libre.
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