Con el libro de La edad de la inocencia de Edith Wharton, los Clubes de Lectura de la Provincia de Córdoba ( El Carpio, Fernán Núñez, Biblioteca Pública Provincial y Baena) nos dimos cita en la Biblioteca Provincial de Córdoba para debatir y reflexionar sobre esta novela escrita en la primera mitad del siglo XX.
El argumento de la novela nos muestra el mundo de la alta sociedad de Nueva York de finales del siglo pasado, lleno de convenciones sociales y estrictas reglas, sin roces ni contrariedades aparentes pero lleno de verdades ocultas e inocencia fingida.
"En realidad todos vivían en un mundo de acertijos, donde lo verdadero nunca se decía, ni se hacía, ni se pensaba"
A esta sociedad regresa de Europa Ellen Olenska, condesa independiente y osada, que huyendo de un matrimonio desafortunado, intenta hacerse un hueco en esta esfera social que tiene muy claro todo lo que hay que hacer para ser aceptado y donde ella no cuenta aún con el beneplácito de la mayoría. Irrumpirá en este escenario Newland Archer , joven abogado miembro de una de las familias más prominentes de la ciudad que se verá atraído por ella a pesar de estar prometido en matrimonio con May Welland, prima de la condesa. En el fondo de esta historia , subyace el conflicto entre dos mundos: el de las viejas familias «patricias» norteamericanas anquilosado con fuertes convencionalismo sociales y el europeo mucho más libre y culto.
Contamos con la presencia de Jesús Blanca Hidalga (Doctor en Filología inglesa por la Universidad de Córdoba) que nos adentra en la época que está ambientada la novela 1870, década que va a coincidir con la infancia de la escritora perteneciente a la alta sociedad neoyorquina. La sociedad que Edith Wharton ( Nueva York 1862- París 1937) plasma en la novela es la que ella misma vivió. Una alta sociedad que era muy pequeña, compuesta fundamentalmente por un grupo dominante descendientes de la burguesía comercial holandesa o inglesa que participó en los procesos de independencia norteamericana. Lo formaban alrededor de 400 personas que eran las que cabía en el salón de baile de una de las familias destacadas de la sociedad, los Aston, donde se exhibían una vez al año con todo su esplendor.
Prosigue hablándonos de la vida de la escritora, la primera mujer en obtener el Premio Pulitzer en 1921,con esta obra, que desde muy joven tenía claro que quería ser escritora creando una gran carrera literaria de gran éxito con novelas como La casa de la alegría, el arrecife, la solterona...además de obras dedicada a la decoración de jardines e interiores de las que era gran aficionada. Siguió escribiendo hasta el final de sus días dejando una obra inacabada con el título Las bucaneras.
Vive desde los seis a los diez años en París, luego regresará a Nueva York donde se casa con Edith Robbins Wharton, banquero y doce años mayor que ella, con el que comparte únicamente su afición por los viajes y del que más tarde se divorciará. Una mujer que vivió con gran libertad sin ser feminista ni sufragista, pero sí una persona muy comprometida con las causas sociales prueba de ello es la condecoración que el gobierno francés le hace otorgándole la Cruz de Honor.
El mundo de la convenciones sociales forma el círculo ideológico que sustenta a la novela, culto a la apariencia y costumbres perdurables a lo largo del tiempo que a veces están por encima de las leyes. Por ejemplo aunque existe una ley de divorcio está mal visto en la sociedad, los protagonistas se jactan a lo largo de la novela de decirnos la perdurabilidad de las costumbres como: asociar una flor determinada a un tipo de mujer, noviazgos largos, usar el traje de boda en algún acontecimiento posterior a la ceremonia, ir durante el viaje de novios a París para que el escultor Rochet modele las manos de la novia...además exhibe el contraste de la cultura europea y americana. La europea mucho más culta y abierta al mundo y la americana mucho más puritana y anquilosada en sus costumbres y convenciones sociales
Otro aspecto que destacaba nuestro invitado es la muestra de una sociedad patriarcal , donde al hombre se le permite una libertad de acción que no tienen las mujeres, aunque la dominación femenina es obvia a lo largo de la narración y las familias casi carecen de definición masculina, así Mrs. Mingot y Mrs. Archeston son viudas, al marido de Mrs Wetland apenas se menciona en la novela, tan solo la pareja formada por Julius y Regina Beafort destaca la figura del esposo que no se rige por los cánones de comportamiento impuestos. Aquí se nos muestra otra de las reglas impuestas por la sociedad como es que la dominación femenina en el seno de la familia nunca debe manifestarse en el grupo.
Pero lo que le da la fuerza a la novela es la capacidad de identificarnos con los personajes. Cada uno representa un
segmento de la sociedad cerrada. Uno de los principales protagonistas Newland Archer, se debate entre el paso de la tradición y el deseo de romper con los convencionalismos de su grupo social al conocer a la condesa Olenska. Plantea cuestiones como la libertad de la mujer con frases como " la mujer debería ser tan libre como el hombre ", pero siente hacia May Welland, su prometida, un deseo de posesión. Es el personaje que más evoluciona en la novela cuando descubre con Elena Oleska que existen nuevos horizontes entre gentes que se niegan a someterse a los convencionalismos de una sociedad anquilosada en el pasado, cerrada a la cultura y todas las expresiones artísticas.
May Welland, presenta las virtudes de una joven patricia, elegancia, sumisión a los dictados sociales y a la voluntad del cabeza de familia. Edith Wharton perfila perfectamente este personaje mostrándonos la sutil inocencia de una dama que no tiene que serlo sino solamente aparentarlo.
Elena Oleska, una mujer que ha crecido fuera de estrictas normas sociales que gobiernan Nueva York, simboliza la libertad y el despertar intelectual y artístico. La escritora da una personalidad diferenciada a este personaje describiendo el barrio en el que vive " no es el adecuado a su rango ni está de moda. Los vecinos más cercanos son modistillas,
taxidermistas de pájaros y gente de esa que escribe "
Otros personajes son; Sillerton Jackson y Lawrence
Lefferts ejercen la autoridad en cuestiones de familias, el primero, y de formas, el segundo.
Mrs. Mingott, personaje secundario y sin embargo eje en torno al cual giran Archer, Welland y Olenska, es una figura excéntrica que resume la idea de ascenso social. La escritora ofrece constantes
datos sobre sus osadías: de monstruosa obesidad, su procedencia es humilde, y se permite habitar
apartada de la zona de moda, en las inmediaciones del Central Park; vivir, en definitiva la vida como
quiso... sin dañar su reputación y decencia.
Julius Beaufort, hombre de oscuro origen europeo, su dinero procede de negocios bursátiles,sus turbios negocios son tolerados porque no dan lugar a escándalo, pero esto no es lo que le liga a la élite neoyorquina, sino su matrimonio con Regina uno de sus miembros más destacados de esta sociedad, emparentada con los Mingott.
La familia de los Van der Luyden es la más influyente del grupo por su origen noble y su papel
de árbitro absoluto. Ellos nunca visitan sino que siempre son visitados. Son presentados bajo
personalidades fundidas que actúan y deciden a la par.
Mrs. y Miss Archer llevan la rigidez de las costumbres y la moral reflejada en la novela. Nunca abordan los temas directamente.
La novela, aunque al principio cuesta familiarizarse con los personajes, está muy bien narrada y mantiene al lector expectante ante la relación de los dos principales protagonistas y un narrador omnisciente que nos va dando los detalles precisos para comprender a esa sociedad. Tiene una estructura lineal hasta el final de la novela que da un salto en el tiempo mostrándonos a los personajes treinta años después, algo poco común en las novelas de esa época. Aquí apreciamos el paso a la modernidad con invenciones como el teléfono, el automóvil, el tranvía y la aparición de nuevos ricos, quienes, al terminar la novela, se han apoderado ya de las costumbres y van poco a poco prescindiendo de los convencionalismo sociales.
El final de la novela también nos ha merecido varias interpretaciones, en palabras de Jesús Blanca, la decisión que toma Newland Archer puede ser debida a un complejo de inferioridad al no verse a la altura de la formación cultura de la condesa Olenska, en nuestro club también se ha hablado de honor , conformismo, cobardía juzguese como se quiera pero ante todo un final nada convencional.
" Una mentira sonriente, burlona, bromista, vigilante e incesante. Una mentira de día, una mentira de noche, una mentira en cada roce de la mano y en cada mirada; Una mentira en cada caricia y cada disputa; Una mentira en cada palabra y en cada silencio "
"La edad de la inocencia" (1920)
La cita que está al final, en que capítulo se encuentra?
ResponderEliminar"Una mentira sonriente, burlona, bromista, vigilante e incesante. Una mentira de día, una mentira de noche, una mentira en cada roce de la mano y en cada mirada; Una mentira en cada caricia y cada disputa; Una mentira en cada palabra y en cada silencio.