Estos dos versos de William Blake son los que inspiraron a la poetisa nicaragüense, narradora y ex-militante del Frente de Liberación Nacional: Gioconda Belli, a dar título a la novela compartida por el Club de Lectura de la Biblioteca de Baena durante el mes de agosto.
El descubrimiento de algunos libros apócrifos en la casa de un familiar ( Los libros de Enoch, El Apocalisis de Baruk, El libro perdido de Noe, Los Evangelios de Nicodemo, Los libros de Adán y Eva) y la lectura del libro del Génesis, hicieron a esta autora recrear una novela que nos traslada al inicio de la humanidad con dos figuras centrales Adán y Eva. Con un narrador omnisciente, la novela se estructura en dos partes; la primera de ellas "Hombre y mujer los creó" refleja la creación, la expulsión del Paraíso, y la lucha por sobrevivir. En la segunda parte: " Creced y multiplicaos" relata la descendencia de la pareja original y los conflictos de celos y pasión que surgen en torno a la familia.
La idea de recrear la historia de Adán y Eva nos ha resultado muy original pues es un tema que no está muy explotado en la literatura contemporánea. Lo hace con gran dosis de fantasía aunque teniendo como base los libros mencionados anteriormente. La autora gran defensora de la mujer, ha logrado perfilar mejor la figura de Eva (inteligente y sensual que hace lo que su conciencia le indica) frente a su compañero (protector y racional que prefiere mantener el bienestar que tiene antes de aventurarse en acciones desconocidas).
Giconda Belli confiesa que en esta novela ha dado rienda suelta a su imaginación para evocar los entretelones insospechados de este antiguo drama, el paisaje surrealista del Paraíso y la vida de esta inocente, valiente y conmovedora pareja.
Es la segunda vez que esta escritora escribe inspirada en el personaje de Eva, lo que le va a servir para reflexionar sobre la identidad femenina y lo que se carga sobre el cuerpo mismo de las mujeres. Intenta desmitificar a la mujer culpable (según la tradición cristiana) mostrándola como una persona que ansía el conocimiento y ha estado tentada por él, porque según comenta la autora en algunas entrevistas "todos nosotros hemos mordido el fruto prohibido alguna vez". En el hallazgo de estos libros apócrifos encontró una visión muy diferente y humana de como había sido la vida de Adán y Eva después de ser expulsados del Paraíso.
No moriré. Lo sé. Él espera que yo coma. Por eso me hizo libre (pág. 41)
La figura de Dios en la novela (llamado por el narrador Elokim y entre los protagonistas como el Otro) nunca aparece de forma directa sino que se comunica con los protagonistas a través de una voz interior, en sueños o a través de fenómenos naturales interpretados como "señales". Se nos muestra como un ser olvidadizo y huraño. En otras ocasiones es la Serpiente la portadora del mensaje divino transmitido con astucia e inteligencia.
Hambre y sed. Ya lo sabrán. Y sabrán que hacer. Poco a poco se darán cuenta de todo lo que saben. Lo tienen dentro. Solo deben encontrarlo. Entren a su cueva. Descansen. Han tenido un día pesado.
¿Día?
- Día y noche. Medidas arbitrarias sujetas a la rotación de los astros. Descansa Eva, deja ya de preguntar (pág. 68)
O esta otra que me resultó muy interesante
El Mal, el Bien, todo lo que es y será en este planeta, se origina aquí mismo: en ti, en tus hijos, en las generaciones que vendrán . El conocimiento y la libertad son dones que tú, Eva, usaste por primera vez y que tus descendientes tendrán que aprender a utilizar por sí mismos. A menudo te culparán, pero sin esos dones la existencia se les haría intolerable (pág. 201)
A través de estos diálogos la autora recrea los interrogantes de la condición humana: la capacidad de elección, la controvertida distinción entre el Bien y el Mal, La confianza en el prójimo, el miedo al futuro y a lo desconocido, el mundo de los sueños, la Muerte...todo con una prosa limpia, bella, descriptiva y poética.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario