Comienza un nuevo año y con él, en el club de lectura de la Biblioteca proponemos nuevas lecturas y nuevos retos: la lectura de obras clásicas de la literatura universal encuadradas en el paisaje realista y naturalista del siglo XIX.
Para comenzar deberíamos preguntarnos que es una obra clásica, porque en muchas ocasiones se habla de obras clásicas de la literatura, pero no todos hacemos referencia al mismo concepto pues no son solo clásicos los textos grecolatinos sino también lo son textos y autores de otras épocas que han perdurado en el tiempo sin llegar a caer en el olvido, convirtiéndose en libros universales, aunque estén escritos para unos lectores concretos de un determinado país, y que sirven de referencia generación tras generación. Shopenhauer viene a denominarla "literatura permanente".
Sobre este aspecto nos habla Italo Calvino en un ensayo póstumo titulado ¿por que leer los clásicos? Para este autor un clásico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir, es un libro de relectura, de descubrimiento constante, cargado de huellas y señales, que suscita incesantemente "polvillo de discursos críticos" y que en definitiva sirve para definirse a uno mismo en relación o quizás en contraste con él. Con esta visión que Italo Calvino nos da, podemos decir que los clásicos de la literatura son obras tan ricas que nunca acaban de generar comentarios y estudios sobre ellas.
Cuando a finales del año pasado me planteé este reto para el club de lectura: conocer autores clásicos de la literatura universal, confiaba plenamente en que estos autores pueden ser leídos, entendidos y disfrutados por todas las personas independientemente de su nivel académico y sobre todo que nos iban a ayudar a conocer una época determinada de la historia, el siglo XIX y reflexionar sobre muchos temas sociales de la época que perfectamente se pueden extrapolar a la sociedad actual.
Todos los miembros del club han reconocido que vale la pena intentar leerlos. A pesar de las dificultades iniciales y la necesidad de dar ( antes de comenzar la lectura seleccionada) datos históricos para situar el contexto de la novela, esquemas sobre la estructura de la misma, personajes... Nuestro primer gran reto en el mes de enero ha sido LA REGENTA, de Leopoldo Alas Clarín, le seguirá el Retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde, el amante de lady Chaterly de D.H Lawrence...y muchas más que iremos reseñando en este blog.
Dejándonos llevar por los consejos de Italo Calvino que en la alternancia está la virtud, no solamente leeremos obras clásicas sino que incluiremos obras de literatura contemporánea que también son imprescindibles leer para embriagarnos de literatura que no es solo una senda para contemplar un paisaje, sino un medio para interpretar el mundo y las personas que lo pueblan.
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