Hablar de la primavera sin asociarla a un aroma, es algo casi inevitable. Hay olores que perduran en el tiempo como un armario frotado con almizcle, el cuero empapado con esencia de canela, el bulbo de ámbar o el cofre de madera de cedro, sin embargo otras se evaporan a las pocas horas como el aceite de lima, bergamota o los extractos de narciso y nardo. No se ha evaporado fácilmente de nuestra mente esta novela de P. Suskind leída en el mes de abril en el club de lectura
Con las fragancias, esencias y la elaboración de los perfumes vive obsesionado, el protagonista de la novela, Jean Baptiste Grenoille. Nacido en un mercado de pescado, entre vísceras y deperdicios, y abandonado por su madre desde su nacimiento, la vida de este hombre gira entre orfanatos y mujeres que a cambio de unas monedas se ofrecen a cuidarlo. Crece tal y como nos lo describe el narrador, fuerte como una bacteria resistente y frugal como una garrapata; con la mínima cantidad de alimento, encerrado en sí mismo a la espera de mejores tiempos. La seguridad del hogar, la entrega, la ternura y el amor son totalmente superfluas para él.
El autor de esta novela, licenciado en historia medieval y moderna, enmarca los acontecimientos en Francia en pleno siglo XVIII, con pinceladas históricas del momento como la guerra de los siete años con Inglaterra pero sobre todo mostrando muy detalladamente las costumbres y modo de vida de esta época: los matrimonios concertados por los padres para aumentar sus riquezas y saldar deudas pendientes, el trabajo del gremio de los perfumistas con técnicas curiosas para la extracción de esencias como el enfleuirage donde los pétalos de las flores se depositan en una capa de grasa y tras un día, los aceites se separan de la grasa con alcohol o la falta de higiene que reina por las calles .
Del aislamiento, la soledad y la insatisfacción de Jean Baptite, surge asesino en serie obsesionado por buscar el perfume perfecto asesinando a sus víctimas todas ellas mujeres vírgenes.
Novela que mezcla en la misma obra tres géneros literarios el policíaco y de terror, con el histórico y costumbrista para terminar con un toque fantástico cargado de símbolos que nos puede recordar a obras como Frankestein o el doctor Jekyll y mister Hyde.
El autor de esta novela, licenciado en historia medieval y moderna, enmarca los acontecimientos en Francia en pleno siglo XVIII, con pinceladas históricas del momento como la guerra de los siete años con Inglaterra pero sobre todo mostrando muy detalladamente las costumbres y modo de vida de esta época: los matrimonios concertados por los padres para aumentar sus riquezas y saldar deudas pendientes, el trabajo del gremio de los perfumistas con técnicas curiosas para la extracción de esencias como el enfleuirage donde los pétalos de las flores se depositan en una capa de grasa y tras un día, los aceites se separan de la grasa con alcohol o la falta de higiene que reina por las calles .
Del aislamiento, la soledad y la insatisfacción de Jean Baptite, surge asesino en serie obsesionado por buscar el perfume perfecto asesinando a sus víctimas todas ellas mujeres vírgenes.
Novela que mezcla en la misma obra tres géneros literarios el policíaco y de terror, con el histórico y costumbrista para terminar con un toque fantástico cargado de símbolos que nos puede recordar a obras como Frankestein o el doctor Jekyll y mister Hyde.
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