Hace
tiempo, en 1945, toda la buena gente era pobre, salvo contadas
excepciones". ....Toda
la buena gente era pobre; o, en todo caso, eso parecía, pues los
mejores de entre los ricos eran pobres de espíritu.
Con esta frase comienza esta novela costumbrista ambientada en el Londres devastado por la II Guerra Mundial. 40
chicas solteras conviven en un club residencial "May of Teck" establecido para proporcionar seguridad económica y amparo social a señoritas de escasos recursos, menores de 30 años, que se ven obligadas a residir lejos de sus familias por tener que desempeñar un trabajo en Londres, en su mayoría puestos de trabajo que han quedado vacantes por la masiva incorporación del los hombres a filas.
Es una novela como decían en alguna crítica " engañosamente sencilla ", donde el punto de vista del narrador está situado unos 20 años después de los acontecimientos.
La escritora Muriel Spark nos describe de forma magistral y en escasas líneas a algunas de las habitantes de este club, la seductora Selina, la intelectual Jane... Su
estilo incisivo y ocurrente, con una escritura aparentemente ligera,
esconde una gran crítica y una malicia aderezada brillantemente con
un agudo sentido del humor.
Ha sido una novela que no ha gustado a gran parte de los integrantes de nuestro club de lectura pues hasta la mitad de la novela no ocurre nada más que el discurrir de unas chicas entre cartillas de racionamiento, hormonas a flor de piel, un vestido de Chiaperelli que va rotando por toda la residencia, que todas comparten y lucen por turnos y poco más.
boceto vestido de la diseñadora Lisa Schiaparelli |
Pero a pesar de no haber conseguido el aprobado, en mi modesta opinión, esta lectura de marzo me deja un buen sabor de boca, pues es una novela para releer y observar de cerca todos aquellos detalles que en una primera lectura has pasado por alto y que la escritora adereza con mucho ingenio.
Muriel Spark es una escritora , idolatrada en Gran Bretaña y muy poco conocida en España con una vida interesantísima digna de una novela .Con 19 años contrae matrimonio con un maestro, Sydney Oswald Spark, con
el que se trasladaría a vivir a la antigua Rodesia del sur, hoy
Zimbabue.
Su marido resultó ser un hombre violento, pero los
transportes de la época no le permitieron abandonarlo inmediatamente
y pasaron varios años hasta que Muriel, aprovechando un traslado de
tropas, puso rumbo a Londres llevándose únicamente el apellido de
casada y dejando en África una vida infeliz y un hijo, con quien
mantendría una relación tensa toda su vida.
Establecida en Londres,
consiguió trabajo en el famoso MI6, el Servicio de Inteligencia
Secreto Británico, para el que redactó falsos mensajes dirigidos a
despistar a los alemanes, una labor de contraespionaje antinazi que
realizó tan brillantemente que logró confundir a los propios
británicos. Tras la llegada de la paz en 1945, Muriel Spark inició
su carrera de periodista y escritora.
A comienzos de los 60 se mudó
a Nueva York para trabajar para la revista "The New Yorker",
donde disfrutó de la vida social neoyorkina y los ambientes
literarios compartidos con contemporáneos de la talla de J.D.
Salinger o Vladimir Nabokob. Roma fue su siguiente destino, centro
cultural de la época, plagada de británicos y americanos. Pasó 12
años de su vida en la capital italiana hasta que se retiró al
campo, una villa en la Toscana donde moriría en 2006, dejando
inacabada su novela número 23.
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