Surge un nuevo género literario en la literatura infantil y juvenil: la adaptación de obras clásicas de la literatura a niños y adolescentes. Estas adaptaciones son, a su vez, una forma de reescritura en la que se trata de acomodar un texto a un receptor específico, a un nuevo lenguaje o a un nuevo contexto, pero
hagamos un poco de historia para adentrarnos de lleno en esta nueva modalidad de la literatura.
Fueron los hermanos Mary Charles Lamb en el primer tercio del siglo XIX quienes elaboran una versión accesible para niños de unas obras de Shakespeare. Estas ediciones llegan a España donde ganan una especial aceptación. Se considera El Quijote de los niños y para el pueblo del año 1856 ya como la primera adaptación semejante dentro de España, aunque la idea de adaptar los clásicos tiene un sello editorial concreto y es el de Ramón de San Nicolás Araluce que fundó su propia editorial ARALUCE y propuso como finalidad principal el acercamiento de los clásicos a los pequeños. A este editor le seguirían otras editoriales durante los años 40 y 50.
En la actualidad son numerosas las adaptaciones infantiles de clásicos de la literatura española y universal, el grado de adaptación va a depender del propio autor que tienen que tener en cuenta algunas condiciones según nos explican Mª Victoria Sotomayor Sáez y Jaime García Padrino:
- No cambiar el sentido profundo del clásico y recrear de manera fiel el carácter y espíritu de la obra.
- Permitir un progreso en la competencia literaria y difundir el conocimiento esencial
- No pretender ser el original e indicar su autoria
- Ser un autor adaptado con una devoción y honra a la obra clásica
Os presento dos colecciones que podéis disfrutar en la biblioteca, una de ellas es la adaptación realizada por Rosa Navarro Durán con ilustraciones de Francesc Rovira para la editorial Edebé, con el objetivo de ser fiel y clara en lo que concierne a pasajes esenciales de la novela, mostrando una absoluta fidelidad al clásico y transformando el lenguaje para hacerlo más accesible.
Otra es la adaptación de Nuria Ochoa realizada para una colección del periódico El País en el año 2007, el propósito de esta profesora y filóloga es "acercar al niño aquello que no está escrito para él, tratando de llegarle con un vocabulario y una sintaxis que le resulten cercanas; esta lectura de ahora abrirá su apetito lector de mañana". Esta adaptación es más resumida y comercial que la anterior y las ilustraciones de Alicia Ginebreda y Elena Picazo cobran una especial importancia.
"Demos de comer intelectualmente a los niños, démosles de comer de todo. Pero que lo que les demos sean todos manjares exquisitos y nutritivos"
Ramón F. Llorens García
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