Romántica, fresca, desenfadada y a veces un pelín pesada, así es como definiría a esta novela, leída en el club de lectura en el mes de mayo y que ha encandilado a la mayor parte de sus integrantes, que no han dudado ni un momento en leer la segunda parte de ésta : Cada siete olas.
Novela epistolar en la que Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él le atrae, ella escribe de nuevo...Así poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás.
Parece cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro. Además Emmi está casada y Leo aún está saliendo de una relación fallida. Es esta trama la que te mantiene intrigada hasta el final por lo que es muy ágil su lectura.
Daniel Glattauer (Viena 1960) logra mediante esta correspondencia electrónica que el lenguaje adquiera una importancia mayor, presentándonos a los protagonistas con todas sus virtudes y defectos. Es un libro que motiva a aquellos que no han encontrado el compañero o la compañera de su vida y les puede animar a entablar una aventura en la red y contrarrestar así el efecto del viento del Norte
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