domingo, 7 de septiembre de 2025

LA MUERTE DE IVAN ILICH: LECTURA COMPARTIDA DEL MES DE AGOSTO

 

La muerte de Iván Ilich novela escrita en 1886 por León Tolstói (1828-1910) ha protagonizado el mes de agosto en nuestro club de lectura. Una obra literaria, aunque breve, nos ha hecho reflexionar sobre un tema que suscita miedos y tabúes como es la muerte. A través de la historia de un juez de la alta magistratura en la Rusia del siglo XIX, Tolstói nos invita a mirar más allá de las apariencias y reflexionar sobre lo que realmente importa.

La historia arranca con la noticia de la muerte del juez Iván Ilich. Sus colegas, más que entristecerse, piensan en cómo su ausencia abrirá nuevas oportunidades de ascenso. A partir de ahí, Tolstói nos cuenta la vida de Iván: un hombre que hizo todo “como debía hacerse”, buscando siempre el prestigio y la comodidad, pero sin detenerse a pensar si eso lo hacía feliz.

Un accidente aparentemente menor desencadena una enfermedad incurable. Frente a la cercanía de la muerte, Iván se ve solo y aterrado. Ni su familia ni sus compañeros comprenden lo que atraviesa; todos fingen normalidad. El único que le brinda cariño sincero es Gerasim, un criado que lo cuida con paciencia y ternura. Al final, tras días de sufrimiento, Iván experimenta una revelación: entiende que su vida fue una fachada y que lo único que da sentido es la compasión y el amor. Muere en paz, al descubrir que la muerte no es oscuridad, sino luz.

Hemos destacado el estilo literario de la obra pues nos ha sorprendido que Tolstói no buscara adornos innecesarios: escribe con bastante claridad. Se centra en lo esencial, en la psicología de su protagonista y en detalles cotidianos que cualquiera reconoce. Lo interesante es cómo empieza con un tono frío e irónico —los colegas indiferentes ante la muerte— y poco a poco nos sumerge en la mente y el corazón de Iván, hasta llegar a su momento de redención. Es una escritura cercana, realista y profundamente humana. 

Nuestros principales temas de debate han sido, como no podría se de otra forma, la muerte pues todos sabemos que vamos a morir, pero solemos evitar pensarlo y cuando esto se vuelve imposible de ignorar reflexionamos en como lo afronta nuestro protagonista. La novela es una crítica a la sociedad rusa del siglo XIX, una vida de apariencias donde se vive por encima de las posibilidades económicas, sin preguntarnos si eso llena nuestro vacío existencial. La soledad del que sufre, ha sido otro de los puntos claves de la obra pues nadie quiere enfrentarse al dolor de Iván Ilich, salvo Gerasim, su criado.  

Al inicio de cada una de nuestras reuniones, en el club de lectura siempre hacemos un breve recorrido por la vida del escritor protagonista de cada mes y en esta ocasión hemos podido apreciar que la historia de Iván Ilich no nació de la nada, pues encontramos muchas similitudes del protagonista con Tolstoi que era miembro de la aristocracia rusa, vivió rodeado de lujos y privilegios y ya en su madurez sintió que todo eso era vacío. Su matrimonio con Sofía Andréyevna, al inicio feliz, se volvió difícil con los años, algo que también resuena en el retrato del matrimonio de Iván. Además, Tolstói admiraba la sencillez de los campesinos, y eso se refleja en la figura noble y compasiva de Gerasim. En el fondo, Iván Ilich es un espejo de la crisis personal y espiritual del propio Tolstói.

 Para finalizar La muerte de Iván Ilich no es sólo la historia de un hombre enfermo: es una invitación a revisar nuestras prioridades. La frase final de Iván —“Todo se acaba, pero todo está bien”— condensa el mensaje más humano de Tolstói: que incluso al borde de la muerte es posible encontrar paz si nos reconciliamos con la vida tal como fue.